INTRODUCIR EL ARTE EN CASA

Incluir arte en nuestro hogar puede implicar una gran transformación en nuestros espacios, lo cual, aunque no lo creamos puede tener un gran un impacto en nuestra vida cotidiana. La cuestión está en que no es un proceso muy sencillo, es por esto que muchos lo pasan por alto o lo evitan. Por tanto, les dejamos a continuación una serie de recomendaciones que pueden tener en cuenta para darle mayor vida a sus hogares.

PRIMERA IMPRESIÓN

Decorar correctamente tu recibidor es fundamental, ya que es la primera impresión que la gente tendrá sobre tu hogar. Este espacio no es para estar, sino que es de tránsito, sirve para ser admirado, por lo cual hay que aprovechar esta oportunidad para mostrar las piezas de arte que más nos gusten. Podemos colocar un simple mueble para dejar las llaves, acompañarlo con una lámpara y un bello cuadro, fotografía o hasta una pieza escultórica, y con esto ya lograríamos que el espacio se sienta como una pequeña galería de arte. Se puede recurrir a la simetría para organizar de manera sencilla las piezas, o mediante la asimetría, si lo que buscamos es que el orden otorgue una sensación más misteriosa e imperfecta. 

UBICACIÓN ESTRATÉGICA

Es importante que ubiquemos de manera inteligente nuestras piezas, es decir, de manera estratégica, según lo que busquemos generar. El elemento debe ubicarse en un lugar que sea justo a sus medidas y forma, y que además sea contextualizable, lo cual se logra colocándolo sobre un mueble importante por ejemplo (como el sillón del estar o la mesa del comedor), o en el centro de un espacio para enfatizarlo, entre otras opciones. Aquí importa lo que busquemos provocar, si buscamos complementar el espacio, llamar la atención en cierto punto, enfatizar, etc.  

EQUILIBRIO

A la hora de decorar nuestro hogar, es crucial que logremos un equilibrio y armonía, de manera que generemos sensaciones confortables y no negativas. Para esto debemos tener en cuenta que la relación entre formas, tamaños, cantidades y colores sea armoniosa. Debemos evitar exagerar en la cantidad de piezas, así como tampoco colocar muy pocas. Generar contrastes puede dar mucha riqueza al espacio o terminar abarrotándolo, por lo cual debemos tener cuidado con los colores y las texturas que combinemos. Podemos hacer uso de distintas leyes de composición que nos ayudarán a ordenar los distintos elementos, logrando una imagen armónica, en donde si bien las piezas no son iguales, sí guardan una coherencia entre sí y con su entorno. 

PROTAGONISMO

En ciertas ocasiones podemos colocar cuadros o esculturas que posean un protagonismo en ese espacio, otorgándole un carácter específico. De esa manera llamarán la atención a ese punto, lo cual podemos usarlo a nuestro favor según nuestro objetivo, sea enmarcar un mueble, un muro, completar un espacio que se ve demasiado plano o frío, entre otros. En estos casos debemos asegurarnos que esa pieza posea una cualidad llamativa, sea por su tamaño, color, textura. Por ejemplo, con un cuadro grande o un mural lograremos destacar una pared, mientras que con una secuencia de unos cuadros más pequeños dará orden y complemento. 

ATENCIÓN

Ya sabemos que cada espacio tiene una función particular, en donde se desarrollarán actividades propias de cada uno, las cuales requerirán distintos niveles de atención. No es lo mismo colocar una pieza llamativa en un estar que en una oficina. En el primer caso uno debe colocarla en un punto en donde se destaque y pueda ser admirada y apreciada. Mientras que, en una oficina o biblioteca, por ejemplo, es recomendable disponerlos en un lugar en donde no nos quite atención de lo que estemos haciendo, como en el respaldo del escritorio.

 

Siempre se deben colocar en espacios donde hay grandes vacíos o donde queremos que la mirada se desvíe para distraer.

UTILIZAR LA ILUMINACIÓN A TU FAVOR

Este punto es muy importante, hablando de iluminación tanto natural como artificial. Es importante que la luz natural sea aprovechada durante el día y que ayude a visualizar los elementos ya que sino estos no tienen propósito. En caso de no tener mucha luz natural y también para los horarios en donde no hay, es fundamental elegir y ubicar de manera estratégica la luminaria. Se deben evitar los reflejos, los deslumbramientos, o la incidencia directa que degrada los colores y las texturas. Es por esto que se recomienda colocar una iluminación general tenue y luego otra localizada en puntos en donde realizamos tareas de mayor atención o en donde buscamos destacar elementos, cuidando su ubicación, intensidad y color para que funcionen a favor de la pieza. 

Es fundamental que le demos la importancia que el arte merece, ya que este tiene la capacidad de transformar los espacios, de hacerlos propios, no son solo mera decoración, sino que también otorgan elegancia, inspiran, enriquecen y dan identidad. 

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