ARQUITECTURA DE LAS ESCUELAS EN PANDEMIA

La evolución de las escuelas

Clases Presenciales VS Clases Online; el tema del momento no puede ser ajeno a la arquitectura. Tanto la educación en su forma tradicional como sus dinámicas basadas en medios virtuales de conexión son actividades que se realizan en espacios. El universo online, a diferencia de lo que muchas veces se piensa, no se trata de un mundo inmaterial, sino por el contrario de nuevas formas de espacialidad.

Me sorprende ver cómo, tras un largo 2020 cargado de incertidumbre, llegamos al 2021 en un estado de irresolución con respecto a los posibles métodos pedagógicos para enfrentar un contexto de pandemia. Por suerte para muchos docentes/padres y alumnos existen Google Classroom, Zoom, Jitsi o la plataforma propia de cada institución, pero para desgracia de muchos otros la falta de acceso a internet a profundizado las brechas de desigualdad social.
Desde la mirada de arquitecta/docente/madre no puedo hacer otra cosa que llamar a la reflexión aportando un pequeño granito de arena desde la disciplina que tanto amo.

La historia nos muestra cómo se han resuelto este tipo de dificultades, poniendo en prioridad la educación.

Hacia fin del siglo XX (principios del XXI) surge el concepto de “escuelas al aire libre” en contextos donde se debieron enfrentar fuertes brotes de tuberculosis, así mismo esto se comenzó a considerar un acto pedagógico que enmarcaba una nueva filosofía de vida. Esta implicó la valorización del espacio exterior, persiguiendo la intensificación de la experiencia física y mental de los alumnos; mientras al mismo tiempo se reconoce la motricidad infantil como un elemento que favorece el desarrollo cognitivo.

Hubieron 3 conceptos de escuelas al aire libre.

1-La sustitución del aula por el espacio exterior de manera íntegra.

2- Por otro lado, la posibilidad de transformación de las aulas logrando que el exterior, aire limpio entren de forma directa al espacio.

3- Y la duplicación del espacio del aula en un equivalente exterior.

Como se puede observar en las imágenes, las aulas se conformaban por grandes ventanales (en forma de puerta-ventana) que permitían mantener el espacio ventilado y con acceso a la luz solar directa, ya que se consideraba que la humedad, la oscuridad y el aire viciado eran las causales de la transmisión de la tuberculosis.

Otros ejemplos de arquitectura escolar nos muestran cómo cada aula tiene su espacio equivalente al aire libre, donde los alumnos pueden estar tanto dentro como fuera al mismo tiempo.

Este tipo de soluciones podrían replicarse con relativa facilidad en nuestras escuelas post-terremoto de 1944, ya que fueron inspiradas en este tipo de arquitectura de posguerra. En plena época del modernismo se planteó el prototipo en “peine”, el cual logra las ventilaciones cruzadas y la posibilidad de adjudicar un área exterior a cada aula sin excesivos gastos de construcción.

Sin embargo, no debemos olvidar que internet ha sido el principal medio que permitió atravesar la pandemia COVID-19 salvando ciertas estructuras sociales. En consecuencia, dotar a cada institución de la tecnología necesaria para la inclusión digital se transforma en un imperativo; ya que es muy difícil pensar en una vuelta a la estructura clásica. Por el contrario, cabe pensar que todo este proceso tiende a la consolidación de metodologías mixtas entre lo analógico y digital.

Muchas de las aulas de la era postpandemia además de contar con estos conceptos de aulas ventiladas deberían ser dotadas de infraestructura para que nuestros alumnos puedan realizar actividades online sobre una conectividad fluida.

Por otro lado, respecto a la gestión del espacio en sí, hay esquemas que proponen módulos de fácil y rápida construcción, con pisos ventilados y mobiliario adaptado para la fácil limpieza.

Otra propuesta es lograr simples zonas de sombra al aire libre, confinando el espacio a través de la estructura que a su vez forma parte del mobiliario del aula

Éstas han sido respuestas rápidas y atendiendo la urgencia de la vuelta a clases, pero también hay escuelas que han adoptado el aula con contacto con la naturaleza como una filosofía, inculcando el cuidado al medio ambiente. Ejemplo de esto es el jardín Montesori en Vietnam, del estudio HGAA que lo desarrolla en tan solo 600m2 de terreno, con estructura liviana de rápido montaje.

Para concluir animo a mis colegas, sobre todo funcionarios/as que tienen en sus manos el poder decisional para construir estrategias que mejoren la educación, a que refuercen la búsqueda del cambio a partir de soluciones arquitectónicas simples pero audaces. Ideas y proyectos sobran, lo que falta es abrir concursos ágiles y transparentes como lo están haciendo en todo el mundo, para buscar soluciones posibles a un problema global atendiendo a las cualidades locales. Desde este humilde lugar espero contribuir a mejorar la calidad de los espacios educativos, inspirando las próximas transformaciones.

Arq. Laura Cocinero, directora estudio UNOENCIEN

Comentarios recientes

    Add a Comment

    Your email address will not be published. Required fields are marked *