5 ERRORES MÁS COMUNES EN REMODELACIONES
Sabemos todo el esfuerzo mental y económico que requiere proyectar y hacer una remodelación, es por eso que queremos ayudarte a que puedas lograr ese espacio que querés, sin cometer errores que podrían llevarte al fracaso.
Cuando empezamos a pensar en remodelar, las intenciones siempre son sacar el mejor provecho del espacio, renovarlo para que cumpla otras funciones o simplemente realzar la vivienda; sin embargo, muchas veces esas intenciones no solo no llegan a cumplirse si no que pueden transformarse en un malestar para la vida diaria, devaluando seriamente el inmueble.
Lo bueno es que estás aquí para leer lo que tenés que hacer para no malgastar tiempo y dinero, tomá nota.
Error 1:
No emplear tiempo suficiente
Consejo:
Esta remodelación te va a afectar antes, durante y después, por eso es imprescindible que seas consciente de los problemas que hay que resolver, ya que es tu deber tomar decisiones.
A- Primero y antes que nada, tener las cosas en claro. No tener proyecto definido es lo más difícil que puede afrontar tu plan de remodelación. Para esto lo importante es ser sincero/a; si la complejidad supera tu conocimiento deberás contratar un profesional (Evalúa más de una propuesta) ¡Mucho cuidado cuando se intervienen partes estructurales como muros, columnas y vigas!
B- Determiná el presupuesto disponible. Ser realistas será la clave para que los trabajos no queden a mitad del camino. Deberás comunicarle a tu profesional hasta cuánto estás dispuesto a invertir, siempre guardándote un as bajo la manga (30% o más).
C- Programá los tiempos de manera prudente. Es preferible invertir tiempo en proyecto, programación y compras de materiales a que la obra demore por falta de definiciones, imprevistos o demoras del material; ya que ese tiempo del contratista demorado, al fin y al cabo, lo terminarás pagando con las consecuencias de tener más tiempo tu lugar detonado.
D- Evaluá los aspectos legales, una multa o una demanda pueden hacer que todo lo que planificaste sea en vano o (peor) dejarte con la obra a mitad del camino y con deudas.
Error 2:
Elegir al primer contratista que entrevista
Consejo:
A- Preseleccioná más de 1 contratista te da la posibilidad de elegir entre presupuesto y confianza. Digo “confianza” porque al tratarse de una remodelación, tu casa va a tener que convivir con gente extraña y a nadie le gusta estar desconfiando tanto del trabajo técnico como de la honestidad de quien uno contrata.
B- Pedí el presupuesto por escrito y a todos los contratistas de igual forma, así te asegurás que estén presupuestando eso, ni más ni menos…. Eso también puede ser un engaño a la hora de elegir por precio.
Error 3: Ignorar los defectos obvios
Consejo:
Hay que aprovechar este momento donde vamos a tener un contratista en casa para dejar de postergar los arreglos menores que han sido postergados. Es decir, hay que hacer arreglar la pérdida del baño, el cortocircuito del pasillo y todas esas cosas que (por menores que sean) harán que tu casa se siga sintiendo descuidada.
Error 4: Una pintura de baja calidad
Consejo:
Una buena pintura de la casa es parte fundamental para que se vea radiante y como nueva.
Muchas veces este es el punto en el que el común de la gente cree poder afrontar sin un profesional y ahorrar unos pesitos por aquí, si es tu caso tenés que saber lo siguiente:
-No ahorrés esfuerzo en empastar y dar mil pasadas de lija hasta que quede perfecta la superficie antes de pintar – Muchas veces se cree que es solo la pasada del rodillo pero, para que quede bien el acabado final, depende del trabajo previo y de la cantidad de repasadas que se da con cada uno de los pasos anteriores a la pintura final (Una metáfora de la vida misma)
Y de más está decir que, ahorrar en la calidad de la pintura hará que tengas que dar más de 3 manos, sumando tiempo, esfuerzo y el material extra que eso conlleva.
Error 5: Cambiar de opinión sobre la marcha
Consejo:
Hay que tratar de evitar generar costos adicionales y para esto es fundamental apegarse a lo planificado en el punto 1.
¿Por qué? Porque cuando le pedimos un mínimo trabajo al contratista, que no estaba dentro del presupuesto inicial, muchos se aprovechan en cobrar de más; ya que forma parte del famoso “ya que estamos” y no vas a llamar a otro contratista para comparar los valores.
Tener un proyecto y ajustarse a él será la clave para no salirse del presupuesto.
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